Hemos tenido la suerte de participar, colaborar y ayudar a muchos emprendedores en su camino a la construcción de su negocio, co-creando sus modelos de negocio, definiendo y construyendo su identidad así como también diseñando sus servicios. Somos conscientes de la diferencia de emprender con y sin diseño en esa etapa, los pro y los contra de navegar por esas turbulientas aguas de la conceptualización del negocio, de las propuestas de valor y en definitiva de la identidad sobre la cual saldrán a conquistar el mercado, con claridad, con las palabras claves y con un soporte concreto por detrás.
Alineado con esto les compartimos un reciente articulo de Josefina Ramirez, diseñadora méxicana publicado en ForoAlfa:
El emprededurismo se ha convertido en México como una alternativa económica para su desarrollo, y se está apostando mucho a ello. El gobierno federal ha aprobado organismos para que fungan como semilleros de proyectos innovadores y que sean fuente de empleos. Al parecer esto ya se está despegando en algunas partes de la república.
En la búsqueda de conocimiento para iniciar mi propio proyecto emprendedor conocí el «formato» que se tiene que llevar para lograrlo. En este podía verse información como: estudio de mercado, plan de negocios, planeación estratégica, y otros puntos más… pero el diseño no estaba contemplado. Al olvidarse el diseño y no se termina de contemplar la concepción completa de una empresa.
El ser emprendedor conlleva tener una buena idea y ganas de echarla adelante. Lo que primero se recomienda hacer es, si no se cuenta con el capital, acercarse a los organismos expertos en proyectos de emprendedores, cuya misión es ayudar a visualizar la viabilidad, asesorar, vincular con proveedores, etc. Pero la pregunta que yo me hice al recibir esta información fue: ¿y el diseño?
Los diferentes organismos que visité no contaban con un área de diseño que asesorara a emprendedor sobre cómo potenciar la identidad de su producto o servicio. Eso explica por qué tantos productos locales y nacionales salen de estos organismos que con calidad para competir pero sin una imagen que los ayude a posicionarse en el mercado. Así, por su imagen deficiente se identifican como productos de mala calidad cuando en muchos casos superan a otros ya instalados. En otros países el diseño esta a la par del factor económico del desarrollo de un producto y de allí parte de su éxito.
¿Los mexicanos lo podemos hacer? Por supuesto, las escuelas de diseño tendrán un espacio muy interesante para el desarrollo de servicio social o prácticas profesionales, pues tendrán la oportunidad de crecer con el cliente, de educarlo en la importancia que tiene el diseño en su producto o negocio y asi se irán actualizando los famosos «formatos económicos» en línea con los cambios en el mundo de los negocios. Mientras eso sucede es posible influir desde dentro y que todos ganen. Los estudiantes podrán ganar experiencia del trato con un cliente real y el cliente tendrá una mejor imagen de su producto. Los despachos de diseño que están por iniciar y que no saben dónde encontrar clientes, seguramente los encontrarán en organismos como EempreSer, Canaco, Canacintra (y que los hay en todos los países), que tienen fondos destinados a apoyar proyectos de emprendedores que requieren de ayuda y podrán establecer el vínculo.