Por Alvaro Rattinger
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Las empresas que se dedican a los productos de consumo masivo entienden perfectamente que el logotipo es la mejor herramienta de comunicación a su alcance, es por esto que invierten sumas millonarias en alcanzar el diseño perfecto. En el mundo digital no sucede necesariamente lo mismo, estamos acostumbrados a obtener las cosas de mantea rápida y a costos muy bajos, no es raro encontrar empresas que compran logotipos en 50 dólares americanos. No sorprende tampoco ver que con una imagen de ese precio la empresa transmita poco de sus beneficios o características mediante su imagen visual. Dice el dicho “recibes lo que pagas”.
Invertir en la imagen gráfica es de las estrategias más acertadas que puede tomar una empresa, su retorno de inversión normalmente se da en el corto plazo y si la implementación inicial fue correcta los resultados seguirán siendo claros muchos años después. También es cierto que invertir en un diseño estratégico y de calidad crea ahorros al implementar otras facetas de las actividades de marketing, como folletos, sitios web y publicidad ya que desde el manual de imagen corporativa se pueden considerar usos y aplicaciones futuras.
Ya no es sorpresa escuchar a empresarios referirse a Apple como ejemplo de empresa exitosa, innovadora, vanguardista y maestra de diseño industrial; estos mismos empresarios son los que tratan de regatear con la factura de despachos de diseñado. me parece a todas luces contradictorio, no con esto digo que toda empresa debe gastar millones de dólares en su logotipo o producto, lo que propongo es establecer un porcentaje justo y coherente para lograr la mejor imagen posible. Pensar en ahorrar en diseño es antagónico al éxito, si lo dudan vean a Nike, Apple, GE Monogram, etc…
Parte de la crisis del diseño actual existe por culpa de la misma profesión de diseñadores que ha estado dispuesta a vender su trabajo al menor precio posible y al primer postor. No pretendo ofender al gremio de diseñadores; pero es innegable que hay profesionistas dispuestos a crear estrategias gráficas por muy poco dinero. Por otro lado existen diseñadores y despachos sumamente capaces en México y Latinoamérica que han ganado premios por diseño editorial, web, gráfico e infografías. El problema está en los extremos, esta rango tan amplio de precios crear confusión para los clientes.
Determinar el costo de imagen gráfica resulta complicado no sólo para el gerente de mercadotecnia, también sucede lo mismo con el diseñador. Existe algo de literatura al respecto, pero en la mayoría de los casos es imprecisa y carece de sustento matemático. En opinión de un servidor los tres factores que determinan el precio de una logotipo son:
1. Alcance del producto o servicio
2. Curriculum, experiencia y trayectoria del despacho o diseñador
3. Tamaño de la compañía que lo solicita
Me parece que lo mismo sucede en otras profesiones, un arquitecto cobra distinto según el alcance y visibilidad de una obra, al igual que un abogado mide las implicaciones de su asesoría según el tamaño del cliente. Me parece que una buena fuente de mejores prácticas para la industria de diseño está en The Graphic Artists Guild Handbook: Pricing & Ethical Guidelines.
Las marcas debemos asignar un correcto valor al trabajo de diseño, es sin más rodeos, la primera impresión que se llevará el consumidor. El diseñador por su parte tiene la obligación de pensar en un diseño estratégico que realmente comunique el valor de la marca a sus clientes de manera rápida efectiva y diferenciada.
Fuente: Merca2.0