Henry Wang y Chris Curro, dos estudiantes de ingeniería de la Escuela de Ingeniería Albert Nerkeen, han tenido la genial idea de reinventar la caja de cartón. Puede sonar como una cosa trivial, pero lo cierto es que el método moderno de producción de cajas para embalaje y envío de productos de consumo masivo tiene grandes fallas en su diseño: utilizan más material del necesario, son difíciles de ensamblar y requieren de cinta adhesiva (no reciclable) para su sellado, que además dificulta su posterior desempaquetado.
Bautizado como el Rapid Packing Container (Contenedor de Empacado Rápido), este prototipo de caja ofrece un diseño que permite ensamblar la caja en pocos segundos, utilizando entre 15% y 20% menos de cartón que las cajas normales (lo cual significa que se salvan millones de árboles y tiene un importante impacto ecológico), contando además con una cinta de cera adhesiva para cerrarla de una manera sencilla.
Desde el punto de vista del consumidor, es mucho más fácil de abrir que las cajas normales, pues no requiere que manipulemos una cuchilla para cortar la cinta. Adicionalmente, son reversibles y reensamblables, de manera que podemos darles una segunda vida, libre de etiquetas y logotipos de fabricantes.
Como mencioné anteriormente, es solo un prototipo y se encuentra aún en proceso de desarrollo y registro de patente, pero me llena de emoción poder presenciar el nacimiento de lo que tal vez se convertirá en el estándar de algo que manipularemos día a día en el futuro. No dejen de ver el vídeo de la demostración, dura menos de 3 minutos y además está muy bien hecho.
Fuente: Camionetica